Saber comer. 64 reglas básicas para aprender a comer bien, Michael Pollan.

Michael Pollan,(1955), catedrático de Periodismo en Berckley (California), nutricionista de los Obama y escritor, entregado a la investigación de la relación entre el hombre y la comida en sus diferentes vertientes (aspectos biológicos, históricos, sociales, culturales, antropológicos, políticos, mercantiles, de marketing, publicitarios…), como tantos otros estudiosos de la alimentación industrial y de sus efectos negativos en la salud humana concluye en la necesidad de volver a los productos normales, los de toda la vida, naturales, ecológicos, de proximidad y en todo caso mínimamente tratados: pues a mayor grado de procesamiento mayor riesgo de contener sustancias potencialmente nocivas.

Presta atención a sus reglas básicas para empezar por la compra en el supermercado.

Si quieres comer comida en vez de sustancias comestibles con aspecto de alimento, estas son algunas de las reglas básicas que Pollan nos aconseja seguir:

Evita alimentos que citen cualquier clase de azúcares (o edulcorantes) entre sus tres primeros ingredientes: Suele querer decir que contienen demasiada cantidad. Los ingredientes se ordenan por proporciones,de más a menos.

Evita productos que tengan más de cinco ingredientes en su composición: la probabilidad de que estén altamente procesados es muy elevada. Pero sobre todo evita las bebidas refrescantes, “el antialimento por excelencia”.

Evita productos que afirmen ser saludables:“para poder afirmarlo necesitan como soporte una etiqueta y un envase, y todo lo envasado casi siempre equivale a procesado. (…) Además, sólo los grandes productores disponen de medios para conseguir que las autoridades sanitarias les aprueben esos lemas… afirmaciones que suelen estar fundadas en datos incompletos y en investigaciones deficientes”. La comida sana no tiene apenas dinero para publicitarse.

Evita productos que contengan ingredientes que un niño de primaria no pueda pronunciar: lo simple ofrece muchas más garantías.

Evita alimentos que veas anunciados en televisión:bastante más de las dos terceras partes de los anuncios de tv en EE.UU son de productos procesados.

Come únicamente alimentos cocinados por seres humanos: es más seguro, y hay que pensar que una de las claves del éxito de los alimentos procesados es su durabilidad. “Las grandes corporaciones aspiran a que sus productos sean inmortales”, lo que implica alteraciones, adiciones.

Compra en las zonas periféricas del super y aléjate del centro (habitualmente los productos frescos se colocan en las zonas laterales).

Come solo alimentos que acabarán pudriéndose: Con algunas excepciones, como la miel, “la comida de verdad está viva… tiene que morir”. Los alimentos que más tardan en caducar son los menos nutritivos y más procesados.

No ingieras nada que haya sido cocinado en lugares donde todo el mundo tiene que llevar mascarilla quirúrgica.

Si te lo sirven por la ventanilla del coche, no es comida.

Si se llama igual en todos los idiomas, no es comida (piensa en Big Mac, Cheetos o Pringles).

No desayunes cereales que cambien el color de la leche (muy procesados, llenos de carbohidratos refinados y aditivos químicos)

Toma una copa de vino con la cena.

Paga más y come menos.

Come muy poco o nada de carne.

Come comida de verdad, con moderación, y sobre todo vegetales. “De los 75 o 100 elementos que necesitamos para mantenernos sanos, casi todos están en las plantas”.

Pasa tanto tiempo disfrutando de la comida como el que ha tardado en prepararse.

Come siempre sentado a la mesa.

Cocina.Hay estudios que demuestran cómo la salud de la gente que cocina en casa es bastante mejor que la de la gente que come habitualmente fuera.

Cultiva tus propios alimentos. “Todos deberíamos cultivar, aunque sea en la ventana o en los balcones”.

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